Emmental
El queso Emmental proviene del valle de Emme en el cantón de Berna, Suiza. Su historia se remonta al siglo XIII, lo que lo convierte en uno de los quesos más antiguos de Europa. El emmental se reconoce por sus característicos agujeros, que se forman debido a la liberación de dióxido de carbono durante la fermentación por parte de las bacterias. El queso se elabora a partir de leche de vaca y se somete a un proceso de maduración de al menos cuatro meses.
El sabor del Emmental es a nuez y ligeramente ácido, con un toque de dulzura. A medida que envejece, el sabor se intensifica, volviéndose más complejo y robusto. La textura es firme pero flexible, y los icónicos agujeros varían en tamaño desde guisante hasta cereza.
El emmental combina excelentemente con una variedad de alimentos. Es un ingrediente clásico de la fondue, donde brillan sus propiedades fundentes. Complementa frutas como manzanas y peras, así como nueces y pan crujiente. En los sándwiches, el Emmental añade una capa deliciosamente suave y cremosa. Además, realza platos como quiches, gratinados y guisos.
Cuando se trata de vino, el Emmental es versátil. Combina maravillosamente con vinos blancos como Chardonnay, Sauvignon Blanc y Riesling. Para quienes prefieren el vino tinto, Pinot Noir y Merlot son buenas opciones. Los amantes de la cerveza pueden disfrutar de Emmental con pale ales y lagers, que equilibran sus ricos sabores a nueces.