Higo
El higo es una fruta milenaria, originaria de Oriente Medio y Asia Occidental, que hoy en día se cultiva ampliamente en climas cálidos de todo el mundo. Los higos han sido apreciados durante miles de años, con evidencia de su cultivo que se remonta al antiguo Egipto y Mesopotamia.
Los higos tienen una textura suave y masticable, con un sabor dulce similar al de la miel. En su interior, están llenos de diminutas semillas que añaden un ligero crujido, contrastando con la suavidad de la pulpa. La piel puede variar desde un tono púrpura oscuro hasta un verde claro, dependiendo de la variedad, pero todos los higos comparten un sabor rico y afrutado con sutiles matices terrosos.
Los higos se pueden comer frescos o secos. Los higos frescos se disfrutan mejor tal cual, o cortados en rodajas y añadidos a ensaladas, yogur o tablas de quesos. Combinan excepcionalmente bien con sabores como la miel y los frutos secos, y a menudo se utilizan en postres, productos horneados e incluso en platos salados con carnes como el jamón. Los higos secos son un aperitivo popular y se pueden añadir a cereales o utilizar en repostería.